Este cielo azul de Cali
y la brisa de las cinco de la tarde
me traen tu recuerdo
enredado en las hojas
de un árbol de mango
que tiene sus frutos
a punto de madurar,
en todos los amarillos y rojos
conocidos y desconocidos.
Te abrazo como abrazo este árbol.
Te beso como beso
este fruto dulce y maduro
con mis labios
y mi lengua.
Te toco como toco esta tierra
que un día nos vio respirar juntos.
Lazo inexistente.
Guía en mi sendero.
Sueño de mi sueño.
Estas más cerca de mí
que todos los que pudieran
mirarme en este instante.
(...)
ResponderBorrarDe hecho, no quería escribir...cada poema aquí leído me deja sin palabras.
Gracias por permitirte ser quien eres...gracias...
Gracias por leerme... y por decirlo...
ResponderBorrarPenélope