Mientras me duchaba esta mañana pensaba en que tenemos una relación bastante profunda con las palabras, es una relación supersticiosa, como dice William Ospina. Las palabras crean, destruyen, convocan, suceden. Las palabras dichas o escritas tienen poder. Un poder tan grande como el de una carta de amor.
Una tarde, en Cali, nos reunimos a escribir, cada quien escribiría un texto a su propio amaño, con tema libre. Al final lo leeríamos. Había mucho sol esa tarde, pero en cada texto llovía, de diferentes maneras, en el primero solo unas gotitas, en el segundo una lluvia tibia, en el tercero iba aumentando la lluvia, en el mío caía un aguacero tan terrible que dejó sin luz un museo. Antes de terminar de leerlos hubo tanta lluvia que debimos parar las lecturas porque el agua entró en la biblioteca, rompió una teja y tuvimos que correr las mesas y los asientos. Esto sucedió en la Biblioteca La María y así nos dimos cuenta -una vez más- del poder de las palabras.
Escribiré las palabras protegiendo tu nombre y mi nombre con un círculo de azúcar, yerbas aromáticas y flores para que no nos toquen: olvido, despedida, partida, pesadilla, accidente, ruptura, pelea, desprecio, insulto, engaño, mentira, falsedad, burla, avaricia, egoísmo, descalificación, codicia. Las palabras que pueden tocarnos son: sentido, confianza, pensamiento, corazón, tristeza, angustia, desesperación, extrañeza, nostalgia, sueño, hambre, duda, generosidad, largueza, ternura, y no sobran los besos y los abrazos ni la tibieza.
¿Qué palabras quieres que nos toquen?
¿De qué palabras quieres protegernos?
el poder de las palabras
Publicado en El cuaderno de Renata. Editorial Feriva, Cali Colombia, diciembre de 2009
página 168
hermoso, simplemente hermoso...
ResponderBorrarque la magia nos toque y nos proteja del olvido
precioso texto.
ResponderBorrarYo también te quiero
ResponderBorrarQuiero que el hilo de la memoria nos envuelva para tejer sueños e ilusiones.
ResponderBorrarCreo en las palabras y en la magia de los pequeños actos que cambian el mundo.
Querida amiga:
ResponderBorrarHe recorrido con asombro y admiración tu blog de Penélope y el del colectivo de mujeres. Ambos espacios
producen escalofrío de emoción, de alegría, ante el enorme
esfuerzo creativo por hacer de la ciudad y el mundo un
territorio de paz y amor.
Te felicito con emoción y queda pendiente el abrazote.
Estaré navegando con frecuencia para deleitarme con tu poesía.
Por ahora trataré de desatrasarme de tantas cosas que has
escrito y viajaré por Cali siguiendo tus insinuaciones, tus
rutas favoritas.
Un abrazo,
OLá Penélope,
ResponderBorrarpassando para ler-te!
as palvras possuem cim um poder incalculavel, qdo ditas, nao atem como mais voltar. palabras! há que se ter cuidado com elas.
abraço a ti.
Releyendo tu escrito recuerdo a un amigo mío, que ama las palabras.
ResponderBorrarDurante nuestras conversaciones, siempre que una palabra le gustaba o llamaba su atención la repetía, imagino que para sentir la musicalidad de la palabra en su propia voz, en cuanto a músico y poeta que es...
Con las palabras tenemos una relación profunda en tanto escritoras que somos.
Amanda