jueves, marzo 28, 2013

Presentación de Retazos de tinta y de papel en Manizales

Del puente para atrás está Manizales


 Carlos Mario Uribe

                La lectura de “Retazos de tinta y de papel”  (Cali:2012), ha sido como atravesar un río acudidos mis pies por piedrecillas, algunas incluso como icebergs de roca, dejando asomar un párpado a la superficie ancha del agua. Sin embargo, aunque crucé al otro lado, no soy el mismo. Y no cito a Heráclito.

               Desde el principio, Ana María Gómez hace un llamado al “…agua de tu entendimiento”, agua que viene de salvar el libro de tres incendios que supongo literales. Ya el título de su primer texto, a modo de preludio, “Trece amores”, nos previene acerca de una vida cercana al fuego que hace arder la piel. De estos amores destacan apenas tres dedicatorias con misteriosas iniciales, y en los poemas subsiste un erotismo que sólo una mujer puede relatar. Encontré un texto que nos habla a los hombres, y no obsequia incluso una “Receta: Tómese una mujer de la mano /con cuidado empiece a decirle palabras /agradables al oído /ofrézcale un tecito de hierbabuena /–si es de su propio huerto, mejor– /ponga música suave y léale poemas de amor bajo la luna…”. Más adelante: “Hágala reír de tonterías y dígale que es muy bella. /Así obtendrá una novia: la que no se puede /comprar en cualquier supermercado.” “Ella –a ratitos– también le dirá que lo quiere.” Cantos al amor sencillo, aquel que hemos perdido en un instante, cambiado por el infierno citadino, tal vez para siempre.

            No se encuentran en este poemario, o piedras para cruzar el río, rezagos de resentimiento, ni reclamos. Una gran bondad parece haber curado sus lesiones,como una bestia que, por fiera que sea, se cura a sí misma lamiendo sus heridas en la soledad del bosque. Heridas que son evidentes, visibles en el tejido que ha urdido con el hombre, a quien evoca mirando a los ojos, enfrentándolo,dejándolo pasar, tal vez, y perdonándolo. Con ella me detuve a preguntarme cosas en su poema “Descubrimientos: / ¿Quién teje el delicado hilo /que va desde el camino hasta tus pies? / ¿Cuántas estrellas caben /en la cuenca de tu mano cerrada? / ¿Cuántos sueños vuelan en un suspiro? / ¿Cuánto amor contiene una lágrima? / ¿Es verdad que aparecen /cientos de ángeles en una sonrisa? /¿Cuántas veces en un abrazo /están el cielo y el infierno /mezclados e intactos?”.


Tal vez el feminismo la ha tenido en sus filas, pero ha salido indemne,crecida, digna y maliciosa. Tanto como para advertir: “Oye tú, desprevenido: /no te acerques. / ¡Cuídate! Soy miel y veneno/Soy sutilmente cruel. /Estás en peligro.”  Pero en este libro, dedicado al parecer a trece hombres, se explaya en una exaltación pánica a la naturaleza, expande un amor superior a la piel, tendiendo su caricia al bosque, al río, al sol, al fuego, a las flores, a la brisa, al agua, a la luz… Y tiene tiempo de decir “Grano de sol /que se transforma /en la roja sangre /que corre por tus venas”, inigualable himno a un grano de maíz, al alimento. Y a otro alimento le da su morada: “La poesía nos habita desde siempre /duerme en nuestra cama…/y la acostamos a dormir en las camas de nuestros hijos.”

               Para escribir esta presentación, atrevida por demás (pues apenas si he visto un par de veces a su autora y es este nuestro segundo encuentro, el primero fue en Cali, donde me confesó que era de Manizales), me prometí no citar más de cincode sus 52 poemas.

            Finalmente,antes de escucharla me gustaría que supiera que estos dos epigramas han alentado la confusión acerca de lo que busca el ser humano escribiendo poesía; además de describir el infierno, parece decir aquí Ana María, también hay que interpretarlo y, más osada aún, entregar al lector sus hallazgos:
 “Sin decir nada: /La calle empinada/mira el agua que resbala /por su vientre /sin hablarle /de su soledad /de su miedo /de su desamparo.”  (Texto que quiero sea dedicado a Manizales.); 

y “Teatro de los acontecimientos: No es en los muertos /no es en los desmembrados /no es en las casas destruidas /no es sobre la tierra /es dentro de mí.” Poema que es el croquis político de una sensibilidad femenina en un país como Colombia.

Carlos Mario Uribe


El 21 de marzo de 2013, el día mundial de la poesía, según la UNESCO, y dentro de FIP  
IV Semana Mundial de la poesía en Manizales, Colombia, se presentó el libro Retazos de Tinta y de papel, libro de poemas de Ana María Gómez Vélez, en la biblioteca pública municipal, la presentación consistió en la lectura de un ensayo por Carlos Mario Uribe el director del FIP y luego poemas que leyó Ana María, les dejo el ensayo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Que rico verte!
Escribe, me encanta saber qué opinas de esta página.
Penélope