Programa especial dedicado a El parque de El Peñón en Cali
Doy la bienvenida al solar de Penélope tu revista de poesía, soy Ana María Gómez Vélez. Caminemos por el parque El Peñón en Cali, Colombia. Este parque tiene una vida interesante y también algunos problemas. Quiero que sientan el sol abrasador de la tarde de Cali en épocas de verano intenso. Hablaremos con personas que viven el parque. Primero oigamos El árbol en la voz de Lola Flórez
Notas de mi Cuaderno.
Hace algún tiempo el parque El Peñón
tenía grandes árboles de más de 80 años de existencia, eran cuatro laureles de
la India, además de muchos otros. En ellos vivían aves y pequeños mamíferos. Árboles
como edificios de apartamentos para las aves, y la vida bullía. Una ciudad
toda, con fauna y flora. Diré que había gavilanes, petirrojos, canarios,
azulejos. También murciélagos y ardillas. Y me quedo corta. Recordemos que los
árboles dan sombra y no dejan pasar el ruido de la ciudad.
Hace más de siete años la junta de acción comunal del barrio El Peñón concibió un proyecto para remodelar el parque, “como parte del proyecto el parque de destinaría a plazoleta de comidas y se planeaba pavimentar todo el lugar para instalar mesas y así integrar los restaurantes alrededor”. Pusimos el grito en el cielo, hay que conservar el parque con su destino de lugar público y lleno de naturaleza, un parque para los habitantes, para recrearse y hacer la siesta. Hablamos con todas las personas que tuvieran influencias en el tema, hablamos con los medios de comunicación, hicimos protestas, pedimos que a los árboles no les pasara nada. Todas las partes interesadas lo afirmaron, los árboles se conservarán. Pero ¿qué sucedió? Poco a poco fueron talando los árboles. Que un contratista despistado taló árboles por equivocación... Luego dijeron que algunos árboles estaban enfermos, pero se veían con perfecta salud, los intervinieron y poco a poco se secaron. Y los talaron. El último árbol grande, fue talado el jueves 20 de marzo de este año 2014. El parque en este momento es un lugar con demasiado sol en las cabezas de las personas que lo habitan. Otra cosa, los árboles no se reemplazaron, nunca, a pesar de las promesas y las peticiones. Como una pequeña acción de tributo a los árboles talados, los domingos a las cinco de la tarde, nos dedicamos a contar lo que sucedió en el parque, mostramos fotografías, cantamos y leemos poemas.
Hace más de siete años la junta de acción comunal del barrio El Peñón concibió un proyecto para remodelar el parque, “como parte del proyecto el parque de destinaría a plazoleta de comidas y se planeaba pavimentar todo el lugar para instalar mesas y así integrar los restaurantes alrededor”. Pusimos el grito en el cielo, hay que conservar el parque con su destino de lugar público y lleno de naturaleza, un parque para los habitantes, para recrearse y hacer la siesta. Hablamos con todas las personas que tuvieran influencias en el tema, hablamos con los medios de comunicación, hicimos protestas, pedimos que a los árboles no les pasara nada. Todas las partes interesadas lo afirmaron, los árboles se conservarán. Pero ¿qué sucedió? Poco a poco fueron talando los árboles. Que un contratista despistado taló árboles por equivocación... Luego dijeron que algunos árboles estaban enfermos, pero se veían con perfecta salud, los intervinieron y poco a poco se secaron. Y los talaron. El último árbol grande, fue talado el jueves 20 de marzo de este año 2014. El parque en este momento es un lugar con demasiado sol en las cabezas de las personas que lo habitan. Otra cosa, los árboles no se reemplazaron, nunca, a pesar de las promesas y las peticiones. Como una pequeña acción de tributo a los árboles talados, los domingos a las cinco de la tarde, nos dedicamos a contar lo que sucedió en el parque, mostramos fotografías, cantamos y leemos poemas.
¿Qué dijo? Hablamos con don Luis, vecino del parque
y con Carlos, integrante de la asociación Artistas del Parque El Peñón. Canción
EN LA HAMACA. Oímos El árbol y una flor de Pablus
Gallinzus. Adolfo Montaño nos da sus impresiones sobre la tala de árboles en
parque El Peñón.
FIESTA DE POEMAS Hoy están invitados María Elena León,
Chelo Orjuela e Ignacio Gómez quienes leen sus propios poemas.
EL LIBRO DEL MES
Abordamos La nave de Nausicaa libro de
la maestra Marga López Díaz publicado en la Colección Las Ofrendas de la
Universidad del Valle.
María Margarita
López Díaz (Marga López) poeta Nacida en Antioquia Colombia, docente, desde
1964 hasta el 2000, en distintos colegios de Medellín y de Antioquia; en la
Pontificia universidad Bolivariana y el Instituto Politécnico de Rionegro. También
en Managua Nicaragua. Se ha consagrado como Maestra de la Poesía dictando
talleres por todo nuestro país, enamorada de la palabra poética y con un
conocimiento y dominio de la Literatura y del Poema, como pocas personas en
Colombia. Actualmente es maestra de la Fundación de Apoyo Solidario de El Retiro,
Correcaminos, dirigida por Gloria Bermúdez, dedicada a difundir la Lectura y la
Poesía entre los niños campesinos de las veredas de este municipio, desde el
2003. Marga va por las veredas en la alegría de leer cuentos con los niños,
hacer poemas y aprender con ellos. Vive en una Casa de Campo en La Ceja,
Antioquia. Datos tomados de la revista de poesía Clave. No. 13-14... Es
importante resaltar que todos los poemas del libro son sonetos, leeré
Galileo
En alguna luna de 1609
“Oh rosa mía gentille “…alba mía,
laudaba en su laúd, enamorado,
por calle angosta de la mercería,
cuando Bianca Capello había pasado.
El hijo del pañero, fiel, abría
la pirámide al centro figurado
y en la balanza de agua sumergía
el sol en la jofaina asoleado.
Una noche de Padua a la hora lumbre,
solo y más solo en la vigilia pura,
vio el milagro acercado de la cumbre
y la hondonada sombra de la albura.
Y contempló la luna en mansedumbre
como una rosa ungida en la espesura.
Guayacanes
Vamos contando guayacanes, vemos
Vamos contando guayacanes, vemos
catorce a la bajada de Quinchía.
El Carambá nos vio, siempre sabemos
otear hacia un cerro la alegría.
Setenta y cinco van, no lo creemos,
vamos bajando Anserma todavía.
A la derecha el amarillo olemos…
¡setenta y siete! hasta Belén de Umbría.
Amarillo amarillo silfo al viento.
Azul sílfide azul cobalto duro.
Amarillo de azul recogimiento.
Párvulos vamos al andar seguro
y de pronto en el valle ¡incendiamiento!
vemos el ciento dos, por sobre el muro.
Y yo agrego: Guayacanes, que os protejan las deidades de los sueños y del contentamiento
para que no seáis talados...
… gracias por escuchar El solar de
Penélope, tu revista de poesía, soy AMGV, transmitiendo desde Cali Colombia,
por laqradiogenero.com desde Mediux en el centro cultural Comfandi con la
técnica de Jonathan Sarria. Acompañando mi voz Gimnopedia No. 1 de Kevin MacLeod.
Les dejo con Joan Manuel Serrat, canta el poema de Miguel Hernández Para la libertad.
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Penélope