Mis textos son hechos con partes de mi existencia
son tapices tejidos a mano, unidos poco a poco;
hechos de retazos, de trozos, de fragmentos,
anudados con los hilos de la inspiración,
teñidos por mis lágrimas
y alimentados por mis penas y mis alegrías.
Soy esa Penélope que espera, teje y sueña:
La espera, el reencuentro, la separación.
El no ser el no existir. El desaparecer.
El sentir y el negar el sentimiento.
Cuando yo muera y el día esté cercano
–acertijo insondable–
que por mas deseada muerte,
nunca llegada, sortilegio
que aleja al deseado
mas amado y amante,
muerte que por más llamada
y querida más alejada.
Cuando no esté - si es que no estoy un día -
cuando yo muera
si llega ese ansiado día
en que emprenda el último viaje mi barco
para sumergirse en el mar
alguien se acercará a estas líneas
y no encontrará nada: solo brumas y cenizas.